martes, 6 de noviembre de 2012

PELÍCULA: "ME LLAMAN RADIO"


 
Existen tres formas de actuar en un centro escolar cuando se nos presenta un alumno con necesidades específicas de apoyo educativo. La primera es una actitud de inclusión, aceptación y normalización, la segunda es una actitud de ignorancia, actúan como si no pasara nada y la tercera que es una actitud de rechazo, de hacer todo lo posible para que ese alumno termine cambiándose de centro, ven al alumno como un problema y el único objetivo que tienen es “quitárselo de encima”.
En la película “Me llaman radio”, podemos observar escenas y personajes que presentan las tres formas de actuar citadas anteriormente. Primero comentaré los personajes que han ido cambiando su actitud hacia “Radio” y después comentaré algunas escenas que me han llamado la atención tanto positiva como negativamente.
El personaje en el que más cambio he observado a lo largo de la película es el deportista “Johnny”, su actitud hacia “Radio” al principio de la película es de rechazo y de mofa, poco a poco “Radio” se va ganando su cariño, respeto y aceptación demostrando el gran corazón que tiene como sucede en la escena en la que “Johnny” vuelve al equipo de baloncesto, después de su castigo por haber metido a “Radio” en problemas. En ella “Radio” le regala una radio y una nota escrita por él pidiéndole disculpas por  el gran enfado del entrenador, desde ese momento “Johnny” comienza a aceptar y a respetar a “Radio”.
El otro gran cambio que he percibido es el de la comunidad educativa, al principio veían a “Radio” como un problema pero poco a poco se fue ganando el corazón de todos ellos. Le comenzaron a tratar como uno más de la comunidad, este hecho se puede observar el día de Navidad, en el que toda la comunidad le da regalos al entrenador para “Radio” o en la escuela donde es considerado uno más de los alumnos y es aceptado por un gran porcentaje de los mismos.
En algunas escenas he percibido actitudes de rechazo y exclusión, como cuando los jugadores de fútbol encierran a “Radio” en un pequeño cobertizo y empiezan a tirar balonazos a la puerta. Esta actitud aparte de ser una actitud de exclusión, creo que es también de mofa ya que no parar de reírse de él mientras tiran los balones. El entrenador, cuando se da cuenta de lo que está pasando, interviene para salvar a “Radio” de esa vejación, además de castigar a los autores de los hechos y preocuparse por el estado del agredido.
Otra actitud de exclusión que he observado ha sido cuando la directora no deja que “Radio” viaje con el equipo en el autobús, solamente porque tiene una discapacidad, a pesar de que el entrenador le promete que se va a hacer cargo de él. En este caso creo que la directora se preocupa más por los posibles problemas que pueda tener el colegio que por lo que pueda sentir “Radio”, no tiene en cuenta lo que el equipo de fútbol significa para “Radio”.
Otra actitud de exclusión es en la que el policía detiene a “Radio” porque le ve con un carro lleno de objetos (todos los regalos que le hicieron los vecinos) dejándolos en la puerta de las casas más pobres. En este caso el policía prejuzga a “Radio” por ser de raza afroamericana y tener muchos objetos nuevos dentro de un carro. Al final cuando le encierra en la cárcel, los otros policías lo reconocen, llaman al entrenador y al final el policía que lo detiene termina ayudando a “Radio” a repartir los regalos.
Y la última es la actitud de rechazo del padre de “Johnny” durante toda la película, no en una escena concreta. Este rechazo se debe a que piensa que “Radio” es un obstáculo en el camino de su hijo para triunfar en el deporte e ir a la universidad por lo que durante toda la película intenta hacer todo lo que pueda para “quitarse de en medio” a “Radio”.
En otras escenas también he percibido actitudes de inclusión y aceptación. La primera de ellas es en la que el entrenador le ofrece formar parte del equipo de fútbol al que entrena. El entrenador es un personaje que en todo momento intenta normalizar la situación de “Radio”, por lo que aparte de esta escena hay otras muchas como en la que le enseña a escribir, o en la que se le lleva a adornar el árbol en Navidad.
Otra escena en la que se perciben estas actitudes es en la escuela, cuando “Radio” va por los pasillo camino de su aula, el resto de compañeros le saludan como si de otro compañero se tratara y se nota un aprecio sincero hacia él.

Otras escenas es en las que está entrenando con sus equipos de fútbol y baloncesto, sus compañeros le aceptan como uno más y le animan a participar de sus ejercicios.

Otra escena, es en la que dejan a “Radio” que siga en el instituto los años que él quiera, el día de la graduación en la que a “Radio” le conceden el título de “el graduado de honor”. En ella la escuela toma las medidas oportunas para que “Radio” se sienta parte del instituto y para que se encuentre en las mejores condiciones para su óptimo desarrollo.

Y por último la última escena, la que más me ha llamado la atención y a la vez la que más me ha emocionado, ha sido la escena en la que “Johnny” le regala  una chaqueta de parte de todo el equipo para que pueda colocar en ella su insignia, además de darle un abrazo de corazón y darle las gracias por todo lo que le ha enseñado. Es una escena muy conmovedora, que para mí es el símbolo inequívoco de que la inclusión y aceptación se ha conseguido en el caso de “Radio”.

Para concluir la reflexión de esta película, me gustaría decir que es un ejemplo de que la inclusión educativa es posible si ponemos todos de nuestra parte. Hay una frase del entrenador que me ha llamado mucho la atención y es la siguiente: “Nosotros no hemos enseñado a “Radio”, él nos ha enseñado a nosotros”. En la película se ve como “Radio” aprende a hablar, a escribir, a sociabilizarse pero también se ve como todos y cada uno de los personajes de esta película aprenden del gran corazón que tiene “Radio”. Creo que esta película no sólo nos enseña que la inclusión educativa es posible, sino que además nos enseña a que no se debe juzgar a nadie por su apariencia, sus diferencias con respecto a nosotros, etc., sino que debemos tratar a todas las personas como nos gustaría que nos trataran a nosotros. Los maestros deberían tener entre sus objetivos principales, inculcar a sus alumnos que si tratasen a sus compañeros como les gustaría que les tratasen a ellos, la convivencia sería mucho más fácil y enriquecedora, a través del propio ejemplo del maestro.