Para nosotras el hecho de poder impartir clase en un aula con niños con
necesidades educativas especiales sería muy gratificante puesto que al estar en contacto con niños con diferentes necesidades y trastornos hace que cada persona se desarrolle mucho más, tanto
los maestros como los niños, ya que así pueden aprender unos valores que son fundamentales
para sus vidas. Estas escuelas integradoras tienen la posibilidad de convivir con
otros niños sin discapacidad y esto les permite aprender a desenvolverse en la
sociedad que los rodea y que los niños sin discapacidad se sensibilicen, se
vuelvan más solidarios y respetuosos con las personas que necesitan ayuda.
Pensamos que los compañeros de aquellos niños que requieran determinadas ayudas, al
estar en contacto con éstos desde pequeños pueden llegar a entender a la
perfección la atención que esos niños necesitan. Son niños normales pero pueden
hacer cosas diferentes a ellos, y así todos juntos poder aprender cosas nuevas
e interesarse por ello.
La verdad es que si nosotras nos encontráramos en alguna ocasión así, pensamos que podríamos llegar a tener un poco de miedo ya que no sabríamos cómo
actuar, pensaríamos si estamos haciendo bien o mal nuestro trabajo como docentes, si los demás niños integrarían a aquellos niños con necesidades educativas especiales de forma correcta en el grupo… Creemos que ese miedo siempre está ahí,
ya que hoy en día vemos que la discriminación entre compañeros es muy abundante
y que en ocasiones cuesta tratar a personas así con normalidad.
Nuestra labor sería potenciar la ayuda por parte de los niños que no necesitan ayudas a los demás alumnos cuando sea necesario en la realización de las
actividades, lo que fomenta la convivencia y la solidaridad. Todos los niños
del aula pueden fomentar su desarrollo, y el valor de la solidaridad como hemos
dicho anteriormente ya que entre todos pueden aprender cosas nuevas que
desconocían como el alfabeto en Braille, las actividades que puede realizar su
compañero, etc.
Pensamos que estos niños deberían estar orgullosos al
poder vivir también esta experiencia de tener compañeros con necesidades educativas especiales en el aula ya que hace que se vean más implicados en las tareas porque habrá una doble motivación
el trabajarlas de dos formas diferentes. Además,
pensamos que puede llegar a ser una experiencia muy positiva tanto para la maestra como para los compañeros de estos niños
y de sus padres, porque todos podemos aprender de estos niños y avanzar cada día
en nuestro aprendizaje, sensibilizarnos con estas personas y saber cómo
tratarlas.
Por último, cabe decir que el actuar con
normalidad es fundamental para que estos niños se sientan como uno más. Es muy bonito lo que deben sentir esos niños al sentirse tan arropados
por todos sus compañeros, el que se creen discusiones de que todo esté en
orden para que no le pueda pasar nada, el interés por aprender todo lo que hace
su compañero, el tener la clase adaptada y el gran compañerismo que presenta
esa aula de tres años. Realmente nos encantaría poder vivir una experiencia así en un futuro.
En conclusión: nuestro objetivo sería integrar a todos los niños por igual donde todos se sensibilicen y colaboren con los niños que requieran más atención, porque TODOS SOMOS IGUALES a pesar de las necesidades o trastornos que presentemos. Debemos ayudarnos los unos a los otros para poder fomentar un buen clima en el aula y sentirnos importantes.
En conclusión: nuestro objetivo sería integrar a todos los niños por igual donde todos se sensibilicen y colaboren con los niños que requieran más atención, porque TODOS SOMOS IGUALES a pesar de las necesidades o trastornos que presentemos. Debemos ayudarnos los unos a los otros para poder fomentar un buen clima en el aula y sentirnos importantes.
" Las personas al igual que las aves son diferentes en su vuelo, pero iguales en su derecho de volar"
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