Este año ha sido una experiencia diferente, hemos estado más
tiempo, hemos ampliado el radio de actuación y hemos podido compartir con más
personas nuestro tiempo. Ha sido mi segunda experiencia en Paraguay, ¿qué la
diferencia de la anterior? Que ya conocía un poco el entorno y contexto en el
que iba a trabajar pero sobre todo que ya conocía a muchas personas de allí,
con las que he seguido manteniendo la relación a lo largo de todo el año. No
sentí lo mismo que en mi viaje anterior, el año pasado tenía la emoción de
conocer lo desconocido, este año tenía la emoción del reencuentro tanto con el
lugar en el que había vivido una experiencia increíble el verano anterior como
con las personas con las que había iniciado una relación de amistad, además de
conocer nuevas personas con las que compartir mi estancia allí.
Lo que comparten las dos experiencias es el objetivo con el que fui las dos veces, dar el máximo de mí a todas las personas con las que estuviéramos y compartir con ellas todo aquello que pudiera darles.
Este año he conocido a personas nuevas y me he reencontrado
con otras, pero todas y cada una de ellas me han dado su cariño sin conocerme
de nada, tú vas con la intención de darte a ellos sin pedir nada a cambio, pero
luego la realidad es que tú te llevas más de ellos que lo que les puedas dejar
allí.
De esta segunda experiencia me llevo, a parte de un pedacito
de Paraguay y el cariño de su gente, sobre todo de esos alumnos, profesores y
“abuelitos” con los que estuvimos en nuestro tiempo allí, la humanidad, la humildad
y la generosidad con la que viven, aunque no tengan muchos recursos te ofrecen
lo que tienen aunque ellos se queden sin nada, dan más importancia a los
valores que a lo material. Algo que me sigue y seguirá sorprendiendo es la
importancia que le dan a la familia, y que en nuestra realidad poco a poco se
está perdiendo. La familia para ellos es uno de sus pilares fundamentales junto
con la fe en Dios.
Pero el verdadero aprendizaje que me llevo es la esperanza,
pueden vivir en condiciones precarias, tener infinidad de problemas, estar en
situaciones de dificultad pero, aun así, afrontan los problemas y luchan por
tener una vida mejor porque tienen FE en que todo puede ir mejor. Creo que a
nosotros nos falta mucha esperanza y en cuanto algo nos va mal perdemos la fe.
No quiero acabar esta reflexión sin deciros que ha supuesto para mi, como docente, Ha sido una experiencia muy especial ya que he trabajado con los alumnos los Derechos Humanos, cuyo tema me ha ayudado a ser mejor persona, mejor docente y a conseguir graduarme como maestra de Educación Infantil, A partir de Paraguay 2014 se ha abierto una lucha pero una lucha pacífica para defender y promover que los Derechos Humanos deben formar parte de los aprendizajes más importantes con los que salen los alumnos cuando terminan la escuela.
Y para finalizar una frase con la que puedo resumir la experiencia de este verano:
CUANTO MÁS DIFÍCIL ES EL CAMINO Y MÁS TIENES QUE LUCHAR POR CONSEGUIR TUS METAS, MÁS VALORAS LO CONSEGUIDO
Hasta la semana que viene amigos.
Hola Cristina.! Siempre me emociona tus apreciaciones,mis alumnos y alumnas se quedaron muy prendidas/os por Uds.,desde que comienza el año ya me preguntan cuàndo vienen. Has visto las condiciones de nuestra Escuela Pùblica,poca infraestructura,y muchas carencias materiales;pero tenemos esperanza que nuestra condiciòn va a cambiar,con eso soñamos cada dìa ;asì como dice una canciòn nuestra:"Mi Patria Soñada".
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