Siento no haber escrito ayer, pero prefería escribiros hoy y contar lo que he vivido en las IX Jornadas de Acción Social de la Universidad Católica de Valencia, Han sido unas jornadas muy especiales y ahora os contaré por qué.
Este año he vivido las jornadas de una manera muy especial, en vez de vivirlas como oyente, he estado realizando una misión muy importante para intentar mejorar la vida de las personas del mundo. He estado vendiendo cositas para recaudar dinero para el Hogar de Ancianos en el que estuve en Paraguay. El gobierno de Paraguay les ha recortado un 50% las ayudas y llegan con dificultad a cubrir los gastos económicos.
Estando allí nos dimos cuenta de que las condiciones en las que vivían estos "abuelitos" no eran las mejores, además de la necesidad de cariño y acompañamiento que tienen, y que yo, el tiempo que estuve con ellos, intenté paliar. Pero al volver a España pensamos ¿qué podemos hacer para ayudarles desde 10.000 kilómetros de distancia. Pues decidimos montar el puestecito para vender cosas en beneficios de ellos, de mis inolvidables y cariñosos "abuelitos".
Ayer estuve montando el puestecito por la mañana temprano y estuve vendiendo hasta la hora de la comida, se vendieron muchas cosas, las personas de la universidad han respondido muy ante esta llamada de ayuda. Por la tarde hubo menos gente, pero también se vendieron muchas cosas. Esta mañana hemos estado poco tiempo vendiendo pero algo de caja si que hemos hecho. Profesores, personal no docente, alumnos y personas que pasaban por la universidad han colaborado mucho y al final hemos conseguido una gran cantidad de dinero. ¡GRACIAS A TODOS!
Por otra parte, hoy viernes, era el día de contar mi experiencia en Paraguay en las jornadas. Estaba muy nerviosa, no sabía que decir, algo por dentro se revolvía y hacía que estuviera más sensible de lo normal. He subido con mis compañeros y cuando han puesto el vídeo, ya he comenzado a tener las lagrimitas en los ojos, pero cuando mi profesor me ha cedido el turno de palabra, no podía hablar, me han invadido un cúmulo de emociones, sentimientos y recuerdos que han hecho que me pusiera a llorar. He cogido fuerzas de donde he podido y he continuado, o más bien, comenzando a hablar.
Les he contado que lo que más me motivaba a volver era el poder ayudarles mejor y poder dar más de mi, ya que su realidad ya la conocía. Que tenía muchas ganas de reencontrarme con ellos. Después les he dicho que lo que más destacaba era su humanidad, los gestos, las personas están por encima de lo material. Y les he contado mi vivencia en el Hogar de Ancianos. "NO TIENEN NADA Y TE LO DAN TODO".
Por eso desde España me gustaría devolverles al menos una pequeña parte de lo que me han dado. ¿Cómo puedo hacerlo? Intentando que las personas de mi alrededor les ayuden también. Una de estas acciones ha sido la de vender cosas para conseguir dinero para "mis abuelitos", seguramente sea muy poco pero es más que nada. Ojalá consigamos que todo el mundo abra los ojos y se de cuenta de las realidades que hay por el mundo.
"LUCHEMOS TODOS POR HACER DE ESTE MUNDO UN MUNDO MEJOR"
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