Existen
tres formas de actuar en un centro escolar cuando se nos presenta un alumno con
necesidades específicas de apoyo educativo. La primera es una actitud de
inclusión, aceptación y normalización, la segunda es una actitud de ignorancia,
actúan como si no pasara nada y la tercera que es una actitud de rechazo, de
hacer todo lo posible para que ese alumno termine cambiándose de centro, ven al
alumno como un problema y el único objetivo que tienen es “quitárselo de
encima”.
En
la película “Me llaman radio”, podemos observar escenas y personajes que presentan
las tres formas de actuar citadas anteriormente. Primero comentaré los
personajes que han ido cambiando su actitud hacia “Radio” y después comentaré
algunas escenas que me han llamado la atención tanto positiva como
negativamente.
El
personaje en el que más cambio he observado a lo largo de la película es el
deportista “Johnny”, su actitud hacia “Radio” al principio de la película es de
rechazo y de mofa, poco a poco “Radio” se va ganando su cariño, respeto y
aceptación demostrando el gran corazón que tiene como sucede en la escena en la
que “Johnny” vuelve al equipo de baloncesto, después de su castigo por haber
metido a “Radio” en problemas. En ella “Radio” le regala una radio y una nota
escrita por él pidiéndole disculpas por
el gran enfado del entrenador, desde ese momento “Johnny” comienza a
aceptar y a respetar a “Radio”.
El
otro gran cambio que he percibido es el de la comunidad educativa, al principio
veían a “Radio” como un problema pero poco a poco se fue ganando el corazón de
todos ellos. Le comenzaron a tratar como uno más de la comunidad, este hecho se
puede observar el día de Navidad, en el que toda la comunidad le da regalos al
entrenador para “Radio” o en la escuela donde es considerado uno más de los
alumnos y es aceptado por un gran porcentaje de los mismos.
En
algunas escenas he percibido actitudes de rechazo y exclusión, como cuando los
jugadores de fútbol encierran a “Radio” en un pequeño cobertizo y empiezan a
tirar balonazos a la puerta. Esta actitud aparte de ser una actitud de exclusión,
creo que es también de mofa ya que no parar de reírse de él mientras tiran los
balones. El entrenador, cuando se da cuenta de lo que está pasando, interviene
para salvar a “Radio” de esa vejación, además de castigar a los autores de los
hechos y preocuparse por el estado del agredido.
Otra
actitud de exclusión que he observado ha sido cuando la directora no deja que
“Radio” viaje con el equipo en el autobús, solamente porque tiene una
discapacidad, a pesar de que el entrenador le promete que se va a hacer cargo
de él. En este caso creo que la directora se preocupa más por los posibles
problemas que pueda tener el colegio que por lo que pueda sentir “Radio”, no
tiene en cuenta lo que el equipo de fútbol significa para “Radio”.
Otra
actitud de exclusión es en la que el policía detiene a “Radio” porque le ve con
un carro lleno de objetos (todos los regalos que le hicieron los vecinos)
dejándolos en la puerta de las casas más pobres. En este caso el policía
prejuzga a “Radio” por ser de raza afroamericana y tener muchos objetos nuevos
dentro de un carro. Al final cuando le encierra en la cárcel, los otros
policías lo reconocen, llaman al entrenador y al final el policía que lo
detiene termina ayudando a “Radio” a repartir los regalos.
Y
la última es la actitud de rechazo del padre de “Johnny” durante toda la
película, no en una escena concreta. Este rechazo se debe a que piensa que
“Radio” es un obstáculo en el camino de su hijo para triunfar en el deporte e
ir a la universidad por lo que durante toda la película intenta hacer todo lo
que pueda para “quitarse de en medio” a “Radio”.
En
otras escenas también he percibido actitudes de inclusión y aceptación. La
primera de ellas es en la que el entrenador le ofrece formar parte del equipo
de fútbol al que entrena. El entrenador es un personaje que en todo momento
intenta normalizar la situación de “Radio”, por lo que aparte de esta escena
hay otras muchas como en la que le enseña a escribir, o en la que se le lleva a
adornar el árbol en Navidad.
Otra
escena en la que se perciben estas actitudes es en la escuela, cuando “Radio”
va por los pasillo camino de su aula, el resto de compañeros le saludan como si
de otro compañero se tratara y se nota un aprecio sincero hacia él.
Otras
escenas es en las que está entrenando con sus equipos de fútbol y baloncesto,
sus compañeros le aceptan como uno más y le animan a participar de sus
ejercicios.
Otra
escena, es en la que dejan a “Radio” que siga en el instituto los años que él
quiera, el día de la graduación en la que a “Radio” le conceden el título de
“el graduado de honor”. En ella la escuela toma las medidas oportunas para que
“Radio” se sienta parte del instituto y para que se encuentre en las mejores
condiciones para su óptimo desarrollo.
Y
por último la última escena, la que más me ha llamado la atención y a la vez la
que más me ha emocionado, ha sido la escena en la que “Johnny” le regala una chaqueta de parte de todo el equipo para
que pueda colocar en ella su insignia, además de darle un abrazo de corazón y
darle las gracias por todo lo que le ha enseñado. Es una escena muy
conmovedora, que para mí es el símbolo inequívoco de que la inclusión y
aceptación se ha conseguido en el caso de “Radio”.
Para
concluir la reflexión de esta película, me gustaría decir que es un ejemplo de
que la inclusión educativa es posible si ponemos todos de nuestra parte. Hay
una frase del entrenador que me ha llamado mucho la atención y es la siguiente:
“Nosotros no hemos enseñado a “Radio”,
él nos ha enseñado a nosotros”. En la película se ve como “Radio” aprende a
hablar, a escribir, a sociabilizarse pero también se ve como todos y cada uno
de los personajes de esta película aprenden del gran corazón que tiene “Radio”.
Creo que esta película no sólo nos enseña que la inclusión educativa es
posible, sino que además nos enseña a que no se debe juzgar a nadie por su
apariencia, sus diferencias con respecto a nosotros, etc., sino que debemos
tratar a todas las personas como nos gustaría que nos trataran a nosotros. Los
maestros deberían tener entre sus objetivos principales, inculcar a sus alumnos
que si tratasen a sus compañeros como les gustaría que les tratasen a ellos, la
convivencia sería mucho más fácil y enriquecedora, a través del propio ejemplo
del maestro.